domingo, 21 de septiembre de 2008

Klinsmann en problemas

Desde comienzos de temporada, incluso antes, Klinsmann no ha gozado de la confianza de todos los seguidores y medios de comunicación de Munich. Desde antes de comenzar la temporada, debido a los malos resultados y a la mala imagen del equipos en los amistosos y en la DFB-Supercup que perdió ante el Borussia de Dortmund, Klinsmann no ha gozado con la tranquilidad que se podría esperar para el héroe de Alemania en el último Mundial. Lo cierto es que Klinsmann tampoco ha dado síntomas de saber qué quería. Y sigue sin saberlo. Empezó la temporada con el clásico 4-4-2 del Bayern y de la selección alemana. Pero ha variado a un sistema de 3 centrales con dos carrileros largos. Eso si, pase lo que pase parece que no se puede hacer nada para que Ze Roberto y Van Bommel jueguen juntos en el centro del campo a pesar de que lo que ofrecen los dos juntos ahí es bastante pobre. Pero si hasta el momento Klinsmann se había mantenido con alguna crítica sin más. a partir de ahora se le va a mirar con lupa tras la humillación sufrida ayer ante el Werder Bremen.

Además de histórica, la goleada del equipo de Bremen en el Allianz Arena reveló todos los problemas del equipo de Munich. Naldo y Mertesacker se comieron a Luca Toni, Podolski tenía que alejarse mucho del área para poder recibir un balón en condiciones y ni Lell ni Lahm aportaron nada en las contras de su rival ni en las de su equipo. Total, el Bayern volvió a ser ese equipo lento y previsible que vimos a finales de la temporada pasada y que rozó el ridículo en Getafe y en San Petesburgo. Esta vez lo ha logrado. Porque, además de tener un potencial ofensivo nulo hasta que Rosenberg marcó el quinto gol, ha mostrado muchas lagunas atrás. Rensing no ha estado a la altura, al igual que sus centrales. Porque además de los 5 goles, Pizarro ha tenido la posibilidad de marcar otros dos, uno en una jugada en la que trató de definir con elegancia y se fue al palo tras haber superado a Rensing y otro a puerta vacía. Sin embargo, esos siete goles habrían convertido el marcador final en una injusticia, porque el Bayern, en el global del partido, no mereció encajar cinco goles. Pero los fallos atrás se pagan.

Y al igual que no mereció encajar 5 goles, los dos que marcó fueron fruto de la relajación del Werder Bremen tras el quinto gol. De hecho, antes del quinto gol se comenzó a ver la relajación del Werder Bremen. Porque en el quinto gol, Rosenberg, autor del gol, no es capaz de contener una sonrisa que todo aficionado del club hanseático tenía en ese instante. Un Rosenberg que hizo un partidazo al igual que su compañero en ataque, el peruano Claudio Pizarro. Aunque la defensa local diese facilidades, lo cierto es que tanto el sueco como el peruano rayaron a un nivel por encima de lo que es habitual en ellos. Ni el Bayern es tan malo ni el Werder Bremen tan bueno. Pero esto relanza a los de Bremen tras las dudas surgidas tras el empate en Champions en casa ante el Anorthosis y les da un toque de atención a los de Klinsmann, que ya saben que jugando así no llegarán muy lejos. Y más este año, que rivales directos se han reforzado bastante bien mientras que la gran incorporación del Bayern ha sido Borowski... Y gratis.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Culio y Gilardino

Primera jornada de Champions y primeras sorpresas. La victoria del Cluj ha dejado de lado los meritorios, y afortunados, empates del Aalborg y del Anorthosis en casa del Celtic y del Werder Bremen respectivamente. Sin embargo, dos jugadores han brillado por encima del resto. Dos jugadores que han sido fundamentales en los puntos que han conseguido sus equipos y que, además, tienen algo en común: No siempre se les ha querido donde han estado. Juan Culio, héroe del Cluj en su victoria ante la Roma en el Olímpico, no logró triunfar en su país a pesar de haber militado en Almagro, en Racing y en Independiente. Y Gilardino nunca convenció en Milán a pesar de que el porcentaje de número de goles en relación con los minutos que jugaba no era nada malo. Sin embargo, a día de hoy se encuentran en una etapa muy dulce de sus vidas. Aunque sus equipos no han comenzado con muy buen pie, la Fiore lleva un pobre empate y una derrota en la Serie A y el Cluj va noveno tras 7 jornadas disputadas en Rumanía, esto podría relanzar a sus respectivos equipos.

La victoria del Cluj, además de encumbrar a un Culio al que ya quieren nacionalizar en Rumanía para que sea seleccionable para Pituca, ha valido para que la Roma reciba la tercera en la frente. Preocupa el equipo de Spalletti, que con la derrota del martes suma 1 punto en tres partidos, dos de ellos en casa. La Roma comenzó dominando y con ganas, aunque sin ocasioes, lo que fue premiado con el gol de Panucci. Sin embargo, a partir de ahí solo fue a menos. Tras el gol, todo fueron problemas. Y tras el empate de Culio empeoró todavía más, llegando al hecho de ser despedidos con algún silbido al descanso. En la segunda parte empeoró todo al anotar el volante argentino su segundo gol hasta el punto en que Spalletti tiró de Montella para tratar de darle la vuelta al partido. Si la Roma no se pone las pilas ya, podría quedar virtualmente eliminada de la Champions. Recordemos que su próximo partido es en Burdeos.

Gilardino, artífice de que la Fiorentina fuese ganando por dos goles, ambos cabeceando centros muy medidos, de diferencia al descanso, parece que vuelve a sonreir. Tras su paso por el Milan donde nunca llegó a silenciar del todo a quienes le criticaban, lo que le provocó que al final fuesen muchos quienes no estaban seguros del rendimiento del delantero, parece que ha vuelto a ser el del Parma. Todo esto ante un Lyon que atacó mucho debido a que fue casi todo el partido por debajo del marcador pero que, exceptuando los tiros lejanos de Toulalan, pocas ocasiones generó a lo largo del partido. Al final Benzema, muy activo todo el partido, fue quien desequilibró en el Lyon dando un gol, el de la polémica, y marcando otro. Todo en un equipo que ha vuelto a apelar a la épica y a la magia de Gerland, donde han visto remontar un resultado adverso en el tramo final del partido por segunda vez en 5 días, y que ya es líder aunque con un fútbol con el que no llegará muy lejos en Champions. La Fiorentina coge confianza para remontar un mal inicio liguero y la mala imagen que había dejado. Y Gilardino golea en Champions mientras su Milan se conforma con disputar la Copa de la UEFA. Lo que son las cosas.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Domenech, Francia y lo de siempre

Cuando Francia cayó en la fase de grupos de la Eurocopa dando una paupérrima imagen, en todo el país se habló de la necesidad de un cambio generacional. Los Thuram, Makelele, Vieira y compañía debían dejar paso a Nasri, Sagna, Mexes y compañía. En una decisión extraña de la FFF, Raymond Domenech siguió al cargo de les bleus y ha sido el encargado de realizar ese cambio generacional. Resultó extraño porque el mismo Domenech fue quien quiso jugar con Thuram a pesar de la lamentable imagen que llevaba dos años ofreciendo en el Barcelona, fue quien prefirió llevar a Sagnol antes que a un Sagna que había cuajado su mejor temporada y que era un fijo en ese Arsenal que a tantos estaba enamorando. Incluso llevó a un Vieira renqueante, estado en el que se había mantenido durante toda la temporada, antes que al Flamini que había sido clave en el sistema de Wenger. Pero ahora, el entrenador francés, que parece seguir viviendo de las rentas que otorga un subcampeonato del mundo, ha decidido dar paso a los jóvenes. Así, ante Austria vimos a Mandanda, a Sagna, a Mexes y a Nasri salir de la partida y vimos a Henry y a Gallas como los únicos jugadores mayores de 30 años con la camiseta bleu. A pesar de todo esto, la selección gala volvió a fracasar.

¿Por qué? Personalmente, siempre he creído que algo tan delicado como es un cambio generacional no se debe encomendar al entrenador que siempre confió en los pesos pesados antes que en las jóvenes promesas. Es algo similar a cuando se hace una limpia en el vestuario de un club. El encargado de efectuarla no debe ser el entrenador que estaba al cargo cuando el vestuario se intoxicó. Más por mentalidad que por otra cosa. Si Domenech jugase a día de hoy la final del Mundial y dudase entre jugar con Henry o jugar con Benzema, siempre elegiría al azulgrana, a pesar de su escasa aportación últimamente a la selección francesa. De todas maneras, eso no fue lo que provocó la derrota ante Austria. Lo hizo la mala suerte, un partido nefasto de Mexes y la incapacidad de Domenech de comprender que o juega con un centrocampista organizador o quita a un delantero para meter a un mediapunta. Vayamos por partes.

Desde el principio hay que afrontar una gran verdad: Austria hizo 3 goles con tan sólo dos tiros entre los 3 palos, y los tres fueron a balón parado. Para ser más concretos, la seleción austríaca no generó serio peligro a excepción de los tres goles que aún por encima fueron jugadas a balón parado. Es decir, no generaron ninguna ocasión clara de gol. Otra gran verdad que hay que afrontar es que en los tres goles influyó la nefasta actuación del central de la Roma Philippe Mexes. Él mismo ha asumido toda la culpa de la derrota. En el primer gol no sólo defiende por detrás a Janko, que es más alto que él y que fue un quebradero de cabeza para el central de la Roma todo el partido, en una falta lateral, sino que además introduce el balón accidentalmente en su propia portería. En el segundo gol provoca la falta que desembocará en gol y además provoca un penalty que el arbitro no vio sobre Janko mientras Aufhauser anotaba el segundo gol para Austria. En el tercer gol su importancia es vital debido al clarísimo penalty que le realiza a Janko delante del árbitro en un saque de esquina y que se convertirá en el penalty que le cortará las alas a una Francia que tras el descanso había salido con más fuerza.

Respecto a lo del planteamiento táctico... Cae de cajón. Con Diarra y Toulalan en el centro del campo y sin Ribery para la creación de juego, el peso recaería sobre Nasri. Pero no es así porque el del Arsenal todavía no está al nivel de Ribery y le viene un poco grande ese rol, por lo tanto quedan dos opciones: O uno de los dos delanteros baja a recibir o se juega por banda. Si uno de los delanteros va a tener que bajar siempre a recibir para poder atacar por el centro, juega con un mediapunta, porque ante Austria Henry ocupó esa posición durante casi toda la primera parte con el handicap de que Henry no es mediapunta. Nasri, en cambio, encajaría a la perfección. Al menos no tendrán Gallas y Mexes que conectar con los delanteros como sucedió en Austria en varias ocasiones. Además, por alguna razón Govou estuvo prácticamente inédito durante toda la primera mitad. Durante la segunda mitad se empezó a atacar más por ambas bandas, Benzema y Henry tuvieron que caer a banda en más de una ocasión, y fue cuando se comenzó a notar la diferencia de calidad. Sin embargo, ni Benzema ni Henry dispusieron de ocasiones claras para marcar y aunque el castigo fue injusto viendo lo realizado por cada equipo en ataque, lo cierto es que mucho tiene que cambiar esta Francia. Y mientras Domenech insista en el mismo planteamiento táctico, Francia seguirá firmando actuaciones lamentables.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Intercambio de papeles

Suele ocurrir, a principios de temporada, que se den resultados extraños. Que, debido a la falta de rodaje o al hecho de que las nuevas incorporaciones no se hayan terminado de acoplar al equipo. Sin embargo, lo que ha ocurrido este fin de semana ha sido bastante extraño. No por los resultados, que de antemano podríamos decir que no han sido grandes sorpresas, sino por el cómo se han producido. Porque el Real Madrid ha perdido en Riazor. Hasta ahí, todo normal. No lo digo yo, lo dice la historia más reciente del madridismo. ¿Qué ha pasado entonces? Que el Deportivo ha tenido tres ocasiones de gol y ha marcado dos goles. El Deportivo ha atacado menos veces, el Deportivo ha tirado menos veces... Pero ha ganado. Y además mediante jugadas que la mayoría de las veces acabarían en nada. El Madrid parecía un equipo pequeño. Sólo un jugador capaz de algo diferente, Robben, que tiró, al principio, del equipo. Le dio frescura y una quinta marcha necesaria para poder sorprender a cualquier defensa. En cuanto el Deportivo solucionó ese problema, se acabó todo. El gol fue una jugada afortunada y al final acabaron haciendo lo que todo equipo sin ideas: Colgar balones al área. Se echó de menos que Higuain, ya no mento a Robinho, saliese en la última media hora a revolucionar el partido. Sin Guti, o con Guti en off, a este equipo le cuesta horrores sacar los partidos adelante. Habrá que ver si con Van der Vaart...


Pongámonos en situación. Minuto 89 de partido. Estadio Artemio Franchi, Florencia. La Juventus de Turín está ganándo en su estreno liguero por un gol a cero ante la nueva Fiorentina de Champions. El equipo viola cuenta con un jugador menos tras la expulsión de Felipe Melo. La Juve tiene el partido bajo control y la Fiorentina se dedica a colgar balones desde cualquier parte del campo para intentar que Gilardino logre un milagro ante dos muros como Mellberg y Legrotaglie. En el minuto 89 de partido, uno de esos balones en largo lo peina Pazzini y Gilardino, ese jugador defenestrado en Milán, controla en el área de espaldas a portería notando el aliento de Mellberg en la nuca. Y, como si fuese un killer a la altura de Van Nistelrooy o de Trezeguet, se gira rapidamente y empala el balón antes de que caiga. La frase tantas veces repetida de "La Juventus nunca muere" se volvió en contra de la Vecchia Signora y la Juventus vio como un rival muerto renacía y les quitaba dos puntos en un campo complicado. La Juventus se mostró más sólida, tuvo más ocasiones y supo aprovechar los errores de su rival, que notó mucho la diferencia entre un gris Osvaldo y Mutu. Sin embargo, no mató a su rival moribundo y una jugada aislada les arrebató 2 puntos. Que el empate no nuble el hecho de que la Juve fue superior a su rival y que debería estar preparada para luchar por el título liguero viendo los posibles rivales, aunque si el Inter de Mou sigue creciendo será muy compicado, y para dar guerra en la Champions. Sobre todo viendo lo que gente como Amauri, Del Piero, Camoranesi(que ha empezado como un tiro, al igual que terminó la temporada pasada) y cía pueden llegar a hacer en un día inspirado. Esta Juve tiene capacidad para aspirar a todo. Quien lo diría cuando hace dos años estaban comenzando su primera andadura por la Serie B...